En la nocturna del viernes en Las Ventas resultó cogida la novillera Raquel Sánchez en el cuarto, cuando muleteaba con voluntad y maneras aceptables al colorado del Puerto de San Lorenzo, que como los tres primeros desarrolló genio y dificultades en el último tercio. Una tercera serie de derechazos pundonorosos, la res punteaba el engaño, y en el remate del pase de pecho, el correoso novillo la volteó, luego hizo por ella en la arena, la arrolló y salió magullada y con la clavícula fracturada. En su primero (silencio), lanceó con buen aire y se defendió sin agobios, en cortos muletazos sobre los pies que le fueron celebrados.
Francisco José Moreno (dos avisos y silencio; silencio al estoquear al cuarto; y aviso y silencio) se lució con el capote en un quite por navarras en su segundo, puso banderillas y dio espectáculo, y muleteó sin apreturas de forma irregular, más entonado en el manejable quinto. La espada se le resistió bastante. Juan Alberto (oreja y silencio), el más toreado de la terna, además de voluntad puso conocimiento en la lidia de sus dos dificultosas reses, y se le vislumbró un corte meritorio de buenas maneras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 12 de agosto de 2001