El actor Carlos Hipólito calificó ayer su papel del caballo Patizanco en el musical Historia de un caballo como un 'regalo para cualquier actor' por el amplio campo interpretativo que le permite abarcar, desde el mimo hasta el canto. 'No llevamos máscaras, ni disfraces, pero creo que conseguimos dar al espectador la sensación de que es un caballo gracias a un profundo estudio de los movimientos', señaló Hipólito, uno de los protagonistas de este musical, basado en un relato de León Tolstoi que llegará el próximo día 20 al Teatro Arriaga de Bilbao.
Paco Valladares, quien repite en el papel de príncipe que ya interpretara en la primera versión de la obra, estrenada en 1979, confesó que pidió al director, Salvador Collado, interpretar a Patizanco. Pese a la negativa de éste, Valladares decidió participar en el proyecto 'como homenaje a José María Rodero [quien encarnó al caballo en la versión de 1979] y a Manuel Collado [director de la primera versión y hermano del actual director]'. Ambos actores resaltaron que el cuento de Tolstoi 'sigue estando de actualidad porque narra la historia de personajes marginados en virtud de valores sociales injustos'.
Alabaron el trabajo de Enrique Llovet y Pepe Nieto, responsables de la escenografía y de la música, al modernizar el montaje. 'Es un musical a la europea, no a la americana, donde la letra cuenta tanto como el espectáculo', dijo Hipólito.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de agosto de 2001