En plena temporada turística y en su cuarto día de feria, Málaga se quedó ayer casi sin taxis por la protesta de los autónomos que descansaron en bloque en rechazo al acuerdo entre el Ayuntamiento y los asalariados, que prevé la creación de 100 nuevas licencias. Sólo trabajaron los vehículos que cubren el aeropuerto y el 10% de los 1.324 taxis de la capital. El Ayuntamiento decidió crear las nuevas licencias después de que un informe revelara que el 63% de los permisos se traspasa de forma ilegal y que la explotación de la cuarta parte de la flota es irregular.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de agosto de 2001