El locutor que abrió la megafonía del estadio enfrentó a 70.000 madridistas airados. "En breves momentos procederemos a la entrega del Trofeo Santiago Bernabéu", dijo. "¡Buuuuuu!", replicó la grada, en plena huida. Muy pocos quisieron permanecer en el estadio para ver cómo el Inter recibía la fuente de plata. Y menos aún, para ver a Christian Vieri, ufano como un oso. Pues bien: los madridistas que no pudieron salir a tiempo del estadio vieron a Vieri subido al palco de autoridades descamisado y disperso blandiendo el trofeo al mejor jugador del encuentro. El goleador recibió el premio sin siquiera mirar a la cara de quien se lo entregó, Alfredo Di Stéfano, y se marchó con calma. Mudo.
MÁS INFORMACIÓN
El ex delantero del Atlético -el que inspiró aquello de "¡Christian Vieri, capoanionieri!" en el Frente Atlético- se retiró a los vestuarios con los hombros cargados, como soportando el enorme peso de su espalda y su trofeo bajo el brazo. El público lo despidió con pitada: había sido el artífice del primer gol del Inter junto con el ex madridista Seedorf, que le clavó el pase entre los centrales. Vieri definió a dos toques, de zurda cañón y engañando al portero. Casillas no aguantó y se tiró al lado contrario.
Fue tras un centro de Michel Salgado, que se perdió tras la línea de fondo, cuando comenzaron los primeros pitos en el Bernabéu. El Madrid iba perdiendo 0-1 y corría el minuto 14 del segundo tiempo. Como dijo Cúper, al Madrid "le faltó claridad". Se le nublaba la vista en el centro del campo cada vez que atacaba los últimos metros. Todos los pases parecían ir, como en el rugby, hacia atrás.
La gente se molestó con la falta de consistencia del juego del Madrid pero el técnico, Del Bosque, no lo vio así: "Hemos defendido bien, en términos generales. Hemos sabido frenar a Vieri y compañía y hemos combinado muy bien en el medio campo. El público no ha silbado al equipo, la gente ha estado cariñosa, salvo en momentos muy puntuales. La ilusión que generó el título de Liga está intacta".
¿Y qué conclusión sacó Cúper, el técnico del Inter, de todo esto? "Me gustó el orden [del Inter] sólo eso, que es muy importante".
Mientras Cúper hablaba, en la calle, a toda velocidad y con la sirena encendida, una ambulancia se llevó a Iván Helguera a la clínica de la Fraternidad con una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de agosto de 2001