Los bancos extranjeros que operan en España y tienen sede central fuera de la Unión Europea perdieron 273 millones de pesetas (1,64 millones de euros) en el primer semestre del año. Este resultado contrasta con el beneficio de 635 millones de pesetas obtenido en el mismo periodo de 2000.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de agosto de 2001