Si la Iglesia invierte en Bolsa, el Estado no debería garantizar su financiación. Ésta fue la reflexión lanzada ayer por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, en relación a las cuantiosas inversiones que varias instituciones eclesiásticas realizaron en Gescartera. "Lo que no puede hacer el Gobierno es garantizar una financiación, incluso a través de la declaración de la renta, para que luego ese dinero se destine a la especulación", indicó.
Unos 870 millones de pesetas perdidos en el agujero de Gescartera provienen de instituciones religiosas. "Me sorprende mucho esta actitud", afirmó Blanco. "A las personas que son fieles y donan a las iglesias les debería hacer reflexionar".
Gaspar Llamazares coincide. El coordinador general de IU incluye a las organizaciones no gubernamentales, que también reciben dinero público. Manos Unidas, por ejemplo, invirtió en Gescartera. "Si la Iglesia y algunas ONG se dedican a inversiones especulativas, no hay ninguna razón para que tengan apoyos del Estado", aseguró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de agosto de 2001