Miles de personas quisieron participar ayer en el comienzo de la Aste Nagusia bilbaína de este año y desbordaron el nuevo escenario del acto, la plaza del Arriaga, que ofreció un resumen de lo que darán de sí las fiestas estos días, hora y media antes de que apareciera Marijaia. Los miembros de las comparsas, visitantes, niños y mayores acompañaron a los dos Gargantúa y a los gigantes y cabezudos apostados ante el teatro, descorcharon champán y bailaron al ritmo de Marijaia. A las siete de la tarde, como estaba previsto, el txupin abrió la fiesta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 19 de agosto de 2001