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César gana el pulso a Casillas

Los dos habían ido alternádose como porteros titulares en los partidos de pretemporada. Los dos contaban con la confianza del entrenador, que ya había dejado clara su opinión: "Ambos están para jugar", respondió Del Bosque cuando se le cuestionó al respecto. Y los dos esperaban estar en el once titular. Pero, al final, en el primer partido oficial, Del Bosque apostó por César, derribando una de las grandes dudas que rodeaban al equipo. "El debate es ajeno a nosotros", comentó ayer César tras el partido. "Nosotros estamos para acatar las decisiones."

El cacereño César, de 29 años, llegó el año pasado al Madrid en plena efervescencia del efecto Casillas, uno de los grandes héroes de la Octava. El portero, procedente del Valladolid, un equipo cuyo objetivo habitual es sobrevivir en la máxima categoría, se encontró a su llegada con todas las circunstancias en su contra: la incógnita del rendimiento que podía reportar a un grande como el Madrid, la ilusión que siempre arrastra consigo la juventud de alguien como Casillas y el peso en la afición de un diamante en bruto de la cantera.

A falta de cuatro jornadas para el final de la Liga, de una Liga que el Madrid se jugaba en ese último tramo, Del Bosque colocó a César de titular sorprendiendo a todos. Más aún cuando dijo que de no haberse dado alguna circunstancia especial -César se reunió en alguna ocasión con Valdano- le habría dado antes la oportunidad. En esos cuatro partidos César tuvo actuaciones meritorias. El Madrid ganó la Liga y en el último e intrascendente encuentro, en Chamartín frente al Valladolid, Del Bosque optó por Casillas por aquello de que era el gran día de la celebración del título.

Todo ello no hizo sino disparar las dudas. Y la pretemporada no las disipó. Hasta ayer. Ayer, César volvió a ser titular. Y tuvo una actuación destacada aunque en el gol pudo hacer algo más. "Fue un remate raro a bocajarro", explicó. Una confirmación de que la apuesta de Del Bosque por él aún se mantiene viva. También sirvió para desvelar una duda que corroía al ambiente madridista, cuál iba a ser el guardameta titular. La gran competitividad en la portería es algo tranquilizador para cualquier entrenador y la disputa va a continuar el resto de la temporada. César ya le ha pasado la patata caliente a Casillas. "Aunque es ingrata la situación, hay que saber sobrellevarla", declaró César.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de agosto de 2001