Este antiguo alto responsable del Shin Beth, el servicio de seguridad interior israelí, respondió cuando el periodista que le entrevistaba le acusó de promover el "terrorismo de Estado": "Los padres saben perfectamente lo que hacen sus hijos y podrían impedírselo".
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Estas polémicas declaraciones llegaron en otra jornada de violencia. Soldados israelíes mataron ayer a un palestino de 38 años en Cisjordania y a otro, un adolescente de 14, en la franja de Gaza, pocos días después de que el Ejército de Israel "flexibilizara las órdenes para abrir fuego", uno de tantos eufemismos utilizados en esta zona del mundo. Muein Abu Dabuai murió a manos de soldados israelíes al intentar eludir un control de carreteras del Ejército de Israel cuando se dirigía a la ciudad autónoma de Nablús a comprar libros de texto para sus hijos, en vísperas del comienzo del curso escolar.
El adolescente palestino, Mohamed Debuarar, murió por los disparos de soldados israelíes en el campo de refugiados de Rafah, al sur de la franja de Gaza, próximo a la frontera con Egipto. El incidente se produjo cuando soldados israelíes entraron con tanques al campo de Rafah, situado en la llamada zona A -es decir, bajo control total de los palestinos-, donde un grupo de adolescentes los recibieron con piedras y los militares les respondieron con disparos.
El incidente más sangriento de la jornada llegó entrada ya la noche, cuando un proyectil alcanzó la casa de una familia palestina en el campo de refugiados de Rafah, en la franja de Gaza. Murieron el padre y sus dos hijos (una niña de seis años y un niño de ocho), y otros nueve palestinos resultaron heridos. Pero la pelea alcanza también a las versiones de los hechos y mientras los palestinos acusaban al Ejército israelí de disparar el misil desde la cercana frontera con Egipto, los militares lo negaban categóricamente y echaban la culpa a los militantes palestinos, quienes habrían alcanzado la casa por error con un disparo de mortero.
También murió por la noche otro joven palestino en Nablús, en enfrentamientos contra el Ejército.
Otras seis muertes inútiles, que se suman a las de más de 600 palestinos y de 150 israelíes que se han producido desde que estallaran los enfrentamientos entre ambas partes, a finales de septiembre del año pasado.
Algunas horas después de que Muein y Mohamed perdieran la vida, helicópteros israelíes dispararon dos cohetes contra un cuartel general de la guardia presidencial de Yasir Arafat, la llamada Fuerza 17 del movimiento palestino Al Fatah, en la localidad de Yan Yunes, al sur de la franja de Gaza. El bombardeo causó cuantiosos daños materiales al cuartel general y lesiones a un palestino.
Oferta de Peres
Todo esto se produce en medio de una endeble propuesta de iniciar el diálogo con los palestinos que hizo el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simón Peres, quien dijo que debía entrevistarse pronto con Arafat para tratar de poner fin a la violencia .
Pero al jefe de la diplomacia israelí le dio ayer calabazas el presidente del Parlamento palestino, Ahmed Qurea, uno de los principales artífices del Acuerdo de Oslo para negociar la paz. Qurea, a quien Peres le propuso reunirse lo antes posible, dijo que "no habrá entrevista mientras Israel no se retire de la Casa de Oriente [sede principal de los palestinos en Jerusalén Este] y de otras nueve instituciones palestinas que ocupó en la ciudad y alrededores".
La crisis entre israelíes y palestinos se tratará hoy en una reunión especial del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York, convocada a petición de los países islámicos. Los palestinos tienen previsto solicitar que ese organismo internacional cree "un mecanismo de control para proteger a los palestinos de Cisjordania y Gaza de las agresiones israelíes". Sin embargo, EE UU dio a entender que vetará cualquier condena a Israel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de agosto de 2001