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Ibarretxe espera que el PSOE acepte hablar de autogobierno pese a ETA

Ibarretxe quiere reunirse con el líder socialista antes del debate sobre pacificación de septiembre

Tras su reunión de finales de julio con el presidente del Gobierno, José María Aznar, en la Moncloa, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, preparará después de las vacaciones su encuentro pendiente con el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. La Presidencia del Gobierno vasco tiene interés en que esa reunión con el secretario general de los socialistas se produzca cuanto antes, a ser posible antes de la celebración del debate sobre pacificación que tendrá lugar en el Parlamento vasco en septiembre, posiblemente en la última semana de ese mes.

Ibarretxe está convencido de que no tiene que esperar ningún cambio del PP en lo que él considera un asunto fundamental de su programa para la legislatura: la posibilidad de avanzar en el debate sobre el modelo de Estado y el futuro del autogobierno vasco, independientemente de que ETA continúe con sus atentados.

Descartada tras la entrevista en la Moncloa la posibilidad de que el PP y el Gobierno central den un 'retoque' a su posición en ese terreno, reacia a hablar de una ampliación del marco estatutario mientras subsiste la violencia, fuentes cercanas a Ibarretxe señalan que la única incógnita por despejar es cuál será la postura del PSOE ante esta cuestión.El lehendakari Ibarretxe alberga la esperanza de que Rodríguez Zapatero, y el PSE vasco en el Parlamento, adopten una actitud más matizada y no secunden la tajante negativa del presidente Aznar ante la propuesta de compatibilizar el combate contra el terrorismo, abordado desde la unidad de los partidos y la colaboración con el Gobierno central, con un debate democrático sobre el desarrollo pleno del Estatuto y la discusión sobre las aspiraciones de futuro de los nacionalistas en materia de autogobierno.

Como ha venido manifestando Jaime Mayor Oreja, el PP y Aznar están convencidos de que el PNV y el lehendakari tienen una estrategia definida para desbordar el Estatuto, incluida la posibilidad de convocar una consulta sobre la autodeterminación, si bien falta por precisar los plazos y la intensidad de su aplicación. Por ello, entienden que una postura unida y firme de los populares y socialistas en defensa del marco constitucional y estatutario constituye la mejor garantía para disuadir al PNV de los propósitos soberanistas enunciados en el Pacto de Lizarra. Según Mayor Oreja, el partido de Arzalluz no ha abandonado los principios de Lizarra, sino que los ha readaptado a la nueva situación originada tras la ruptura de la tregua de ETA y su inesperadamente amplio triunfo electoral en los comicios de autonómicos de junio.

Sin embargo, Ajuria Enea espera que el PSOE adopte una posición más flexible y decidida, y que no secunde al PP y a Aznar en su pretensión de que el nacionalismo 'desactive' o aparque su discurso político mientras exista el terrorismo. 'Si no, será un drama desde el punto de vista para el país, y no se hará más que retrasar inútilmente un debate que algún día se va a tener que dar', afirman fuentes de la Lehendakaritza.

Ibarretxe espera también que Zapatero se acerque a su postura de que el atasco en las materias del Estatuto pendientes de transferencia no se reduce a un desacuerdo interpretativo 'entre técnicos de los ministerios y de los departamentos del Gobierno vasco' afectados, sino que las discrepancias son 'profundamente políticas', por lo que, a su juicio, también han de serlo las métodos para abordarlas y las soluciones.

Ibarretxe, según señalan las mismas fuentes, le pidió a Aznar 'un nuevo punto de encuentro político en Euskadi sobre el autogobierno, y sobre todo de cara a la nueva Europa', ya que 'el Estatuto debería serlo, pero a la vista está que no lo está siendo de forma efectiva'.

A Ibarretxe y sus asesores les sorprendió desagradablemente la intervención del ministro portavoz, Pío Cabanillas, tras la entrevista en la Moncloa y después de que Ibarretxe hiciera, a su juicio, un esfuerzo por transmitir un cierto grado de normalidad y reencuentro institucional.

'Discurso preelectoral' Sentó especialmente mal la referencia del ministro portavoz a la 'insensibilidad' o al 'ventajismo' de que se le acusó al lehendakari por plantear cuestiones relativas a la ampliación del autogobierno mientras ETA atenta contra cargos y militantes de los partidos no nacionalistas.

'Ése es un discurso preelectoral', se señala desde Ajuria Enea, donde la intervención de Cabanillas y la posterior polémica sobre la supuesta resistencia de Balza a entrevistarse con Rajoy se valoró como la confirmación de la negativa por la vía de los hechos a otra de las propuestas de Ibarretxe a Aznar: mantener los desencuentros en materia de seguridad y lucha antiterrorista fuera de los focos públicos. 'Lo contrario no le conviene al país y sólo le viene bien a ETA', afirman. De esas palabras de Cabanillas sacó Ibarretxe la conclusión, transmitida a sus asesores, de que, con respecto al PP y al Gobierno, 'estamos donde estábamos' antes de las elecciones vascas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 20 de agosto de 2001