Barcelona: noventa y tantos emigrantes detenidos por no tener un techo donde protegerse y dormir. Muchos de ellos serán expulsados sin contemplaciones.
'Había un problema y se ha solucionado'.
La historia (sobre todo, la infame) se repite.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 22 de agosto de 2001