Ayer por la mañana después del apartado de la corrida estuvimos con Victorino Martín. El ganadero de Galapagar valoraba la gesta de El Juli de venir a torear a Bilbao, recién salido de su percance. Y lo argumentaba del siguiente modo: 'Si no se valoran las cosas que se hacen bien, esto es una máquina. Valoremos todas las gestas que se hagan'.
Después de la corrida volvimos a estar con Victorino Martín. Estaba exultante. Recibía por todas partes enhorabuenas. Quienes se acercaban a él le hablaban del quinto toro de la corrida. Y él asentía feliz. Mientras no dejaba de recordar la pelea que hizo el quinto toro, se acercó a nosotros el ex matador de toros sevillano Manolo Vázquez, diciéndonos: 'Ha sido una corrida para el aficionado'.
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A renglón seguido fuimos a entrevistar a El Juli. La habitación del hotel se hallaba llena de amigos y conocidos. Todos querían ver al diestro. El joven torero nos recibió con estas palabras: 'Me encuentro muy bien, aunque lógicamente después de la corrida se queda uno frío y es más molesto. Pero, insisto, estoy muy contento, porque el triunfo quita todos los dolores. Tengo las piernas cansadas'. Le dije, hablemos de mañana. Hablemos de la corrida de Torrestrella. El Juli señaló: 'Es una ganadería de gran garantía. Es una ganadería estrella, una ganadería figura, con toros que salen buenos y bravos. Me gustaría poder cuajar uno de ellos a mi gusto'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 23 de agosto de 2001