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Una oleada de atentados siembra el pánico en Colombia

El Ejército detiene a otro presunto miembro del IRA cerca de la zona desmilitarizada

El atentado terrorista de Medellín es el tercero de gravedad que ha sufrido la ciudad en este año y uno más de una serie de atentados que ha vivido la urbe y el país en los últimos días.

En Marinilla, población vecina a Medellín, un coche bomba con 80 kilos de explosivos estalló el jueves por la tarde frente a la comisaría de policía. Una mujer de 50 años murió y medio centenar de personas resultaron heridas. Esta bomba, los siete artefactos que estallaron en Medellín entre el jueves y el viernes y otro coche bomba activado ayer en Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, fueron atribuidos por las autoridades al ELN, segundo grupo guerrillero del país. Este último atentado iba dirigio contra la Gobernación del departamento. Las bombas son, dicen, la reacción violenta de los elenos a la decisión del Gobierno de romper los diálogos de paz.

"Ya se rebosó la copa; hay mucho sufrimiento. Aún hay tiempo para la paz. El Gobierno no debió haber roto tan bruscamente los contactos con el ELN", dijo el obispo Flavio Calle al llamar a las dos partes a retomar el camino del diálogo. El presidente Andrés Pastrana condenó los atentados, mientras el ministro de Interior, Armando Estrada, sugería la posibilidad de retomar los contactos con la guerrilla a través de diplomáticos extranjeros.

Las autoridades no habían confirmado ayer ninguna hipótesis sobre los autores del atentado en Medellín. ¿Fue también el ELN? ¿Los narcotraficantes, en represalia por la decisión de la justicia colombiana de permitir tres extradiciones a EE UU? Fabio Ochoa, uno de los que pueden ser entregados si Pastrana firma su extradición, negó esa posibilidad. Desde la cárcel de alta seguridad en Bogotá donde está recluido negó cualquier responsabilidad: "Lo juro por mis hijos y por mi madre, que está muerta".

La explosión, que abrió un amplio boquete en la calle, ocurrió a las nueve y media de la noche. El paquete, con 25 kilos de explosivos, fue dejado en la parte posterior de la sede de Radio Caracol, una de las cadenas más importantes del país.

[El Ejército ha detenido a un cuarto ciudadano irlandés sospechoso de pertenecer al IRA cerca de la zona desmilitarizada cedida a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el sur del país, informa Reuters. El 11 de agosto, el Ejército detuvo a tres miembros del IRA por entrenar a las FARC en la fabricación de explosivos].

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de agosto de 2001