El entrenador del Real Madrid, Vicente del Bosque, dijo aceptar la derrota "sin poner ningún pero", aunque más tarde insistió hasta tres veces en que los continuos parones del partido habían marcado el desarrollo del mismo y habían beneficiado al Valencia. Del Bosque estuvo más nervioso de lo habitual en el trascurso del partido, protestó constantemente al árbitro del encuentro, López Nieto, solicitando más amonestaciones para los jugadores del Valencia. Al final, el que vio la tarjeta amarilla fue el propio Del Bosque.
"Acepto la derrota y no pongo ningún pero al resultado. Tampoco voy a recriminar nada a nadie, aunque es cierto que el partido ha tenido muchísimas interrupciones y esto ha beneficiado al Valencia, nada más", argumentó el técnico.
El entrenador salmantino explicó que su equipo había dominado el ritmo del encuentro durante el primer periodo, si bien en el segundo había tenido problemas para lograr continuidad en su juego. Y de ahí la derrota.
Sobre su rival, Del Bosque señaló que, gracias al temprano gol obtenido, había podido replegarse atrás y jugar al contragolpe para tratar de aprovechar los espacios que dejaba el Madrid. "Ellos se han aprovechado de haber marcado pronto el 1-0 para ponerse atrás y jugar al contraataque", indicó Del Bosque.
El técnico del Madrid añadió que la titularidad de Iker Casillas en la portería del Madrid no implica que lo vaya a ser toda la temporada. "Hay suficientes partidos para que los dos demuestren sus condiciones [en alusión al otro guardameta, César]".
Ante las críticas de Del Bosque sobre las numerosas interrupciones que tuvo el encuentro, el técnico valencianista, Rafa Benítez, se defendió: "Para parar a jugadores de tanta calidad es difícil y a veces es inevitable hacer faltas, aunque creo que lo que ha habido está dentro de lo normal".
Benítez recordó que la Liga es una carrera cuya meta aún está muy lejos. "Estoy muy satisfecho con mis jugadores porque nunca le perdieron la cara al encuentro. Ante otro rival, el Madrid hubiera tenido más control y le hubiera encerrado atrás", explicó.
Totalmente convencido como estaba de la victoria de su equipo antes del encuentro, el técnico valencianista explicó su premonición: "Mis jugadores han trabajado muy bien y reflejaban en sus caras el ansia de triunfo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de agosto de 2001