El obispo de Tortosa, Xavier Salinas, rechaza la ley aprobada por el Parlament que permite a los catalanes firmar un testamento vital porque teme que pueda abrir el camino a la aplicación de la eutanasia. En la hoja dominical que se reparte este fin de semana en las iglesias de la diócesis, Salinas afirma que 'poco a poco se va creando una opinión favorable a la legalización de la eutanasia como forma directa de poner fin a la vida que se juzga que no merece ser vivida, debido al sufrimiento o a una mala calidad de vida'.
La proposición de ley aprobada por la Cámara catalana el pasado octubre permite a los ciudadanos dejar por escrito si quieren ser o no mantenidos con vida de forma artificial en el caso de sufrir una enfermedad terminal.
'¿Con esta ley -se interroga el obispo- no se está abriendo camino para pasar de los medicamentos paliativos y la supresión del dolor, a la eutanasia, a la acción y omisión que causa directamente la muerte del enfermo?'. 'El Testamento Vital no se convertirá en un testamento mortal?', agrega. Según el prelado, los defensores de la eutanasia utilizan a menudo 'el miedo al dolor, el sufrimiento y la muerte como instrumentos para convencer de la bondad de su propuesta'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de agosto de 2001