Según los propietarios de los almacenes, hay numerosas barcas intervenidas en operaciones realizadas en 1990 que aún no han sido destruidas o subastadas porque no lo ha ordenado aún Patrimonio del Estado. 'La verdad es que existe cierto conflicto de competencias sobre a quién corresponde dar la orden para dar salida a estas embarcaciones', señaló un responsable de uno de los depósitos campogibraltareños.
El depósito de Arquería, en San Roque, cuenta con unas 800 embarcaciones. 'Hasta 1998, éste era el único depósito al que se traían las embarcaciones incautadas, por lo que en este lugar hay pateras desde hace incluso 11 años', comenta un trabajador del centro. En el depósito de Villalobos de Algeciras se almacenan 297 de estas naves; en Grúas J. C. Prieto, 192, y en Ayudauto, 167. Los almacenistas facturan 6.000 pesetas por el traslado de pateras desde Algeciras y 12.000 si el servicio es fuera. Una vez que la embarcación está en el recinto, el depositario debe esperar la orden de destrucción, lo que, según los afectados, suele tardar, en el mejor de los casos, unos cinco años. Sólo cuando la embarcación incautada es neumática y se encuentran en buen estado, la subasta se adelanta.
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Acreedores Mientras esté almacenada la patera se genera una deuda. 'Lo peor es que no tenemos, de momento, visos de cobrar ese dinero. Además, cada día son más las embarcaciones que tenemos que recoger y almacenar', señaló otro trabajador de un depósito que, al igual que los demás implicados, no quiso ser identificado.
Las embarcaciones no se devuelven, salvo casos muy excepcionales, a los patrones de expediciones de inmigrantes. Sólo en los casos de operaciones contra el contrabando, si el implicado sólo es condenado a una sanción por su relación con el tráfico de tabaco, se recupera la lancha.
En cuanto a las pateras que quedan varadas en la playa en muy mal estado, fuentes de la Guardia Civil aseguraron que 'suelen ser destruidas en el mismo lugar en el que aparecen'. 'Se trata de pequeñas embarcaciones de madera que tienen graves vías de agua o que, debido a colisiones con las rocas próximas al litoral, han quedado casi destruidas', explicaron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de agosto de 2001