La actuación de Iniciativa per Catalunya (IC) respecto a los inmigrantes desalojados de la plaza de Catalunya, de Barcelona, me obliga a escribir para protestar por su oportunismo político y su mala memoria. Sus dirigentes están lavándose la conciencia (¿o simplemente la cara?) después del desaguisado de doña Imma Mayol, que fue quien ordenó el desalojo de los inmigrantes de la mencionada plaza, lo que ha sido el origen del problema que aún colea. Ahora tienen la osadía de anunciar en un acto puramente propagandístico que desafían al Gobierno y que son el único partido que tiene inmigrantes refugiados en sus sedes. En fin: por mucho que hagan no nos van a hacer olvidar lo que provocaron.
Además, otros partidos, un sindicato y algunas organizaciones humanitarias tienen gente en sus recintos y nadie sale a la prensa a bombo y platillo para decirlo, pero Inicitativa per Catalunya tiene que echar un velo sobre su actuación. La memoria es flaca, pero no tanto. Y si el partido no tuvo ninguna responsabilidad y todo fue una metedura de pata de la señora Imma Mayol, que tenga la honradez de dimitir. No es digna de ocupar una concejalía en el Ayuntamiento de Barcelona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de agosto de 2001