Brazos en alto, como en ella es habitual, Marijaia se despide en el dibujo de Juan Carlos Eguillor que acompaña estas líneas. Es el símbolo del final de la Aste Nagusia de Bilbao, que ayer echó su cierre finalizando de paso también con el ciclo festivo de las tres capitales vascas en el mes de agosto. Ha sido una larga semana de nueve días que, un año más, ha crecido en presencia de público y en participación en las distintas actividades programadas. Hasta 60.000 personas siguieron el pasado día 19 el espectáculo El vuelo de la ballena, el acto que más público congregó. Mientras, los conciertos han superado los 9.000 asistentes de media, con Manu Chao como el más seguido. Queda ahora por delante todo un largo año para que quienes durante estos días se han entregado a fondo a vivir la fiesta, como los dos jóvenes de la imagen, puedan recuperar fuerzas para la siguiente Aste Nagusia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 27 de agosto de 2001