Los grupos de CiU y del PP en el Ayuntamiento de Barcelona manifestaron ayer que la permanencia en la calle desde enero del coche del comando Barcelona de ETA que el domingo hizo estallar la Guardia Civil evidencia la lentitud de los responsables municipales a la hora de retirar los vehículos abandonados. Los dos grupos en la oposición recordaron en sendos comunicados que, según las ordenanzas, el Ayuntamiento 'tiene la obligación de retirar los coches de la vía pública cuando se presuma que están abandonados'. Concretamente, las ordenanzas prohíben que un vehículo esté más de siete días en un mismo sitio, pero la grúa sólo puede retirarlo tras la instrucción de un expediente, que puede durar meses. La Guardia Urbana ha retirado este año 7.000 vehículos de las calles. CiU considera que el hecho de que el vehículo estacionado en la plaza de Joanic llevara ahí más de medio año 'demuestra, una vez más, la indiferencia del equipo de gobierno' por resolver el problema de los coches abandonados. El portavoz municipal del PP, Emilio Álvarez, declaró: 'El Ayuntamiento, una vez más, demuestra que falta una política de mantenimiento'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de agosto de 2001