El niño de nueve años que falleció el pasado sábado en Igualada al quedar atrapado por la puerta automática de un aparcamiento, jugaba con otros niños a aguantar el peso de la puerta cuando ocurrió el accidente, según confirmó ayer la policía. El Cuerpo Nacional de Policía ha abierto una investigación sobre este suceso, aunque todo apunta a que no fue un fallo mecánico de la puerta lo que causó el accidente. Los hechos ocurrieron sobre las 20.30 horas del pasado sábado, cuando el pequeño quedó atrapado por la puerta automática, y pese a que algunos vecinos acudieron enseguida al lugar, su esfuerzo resultó en vano y murió antes de que llegara la ambulancia que ya había sido avisada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de agosto de 2001