El niño de 16 meses que resultó gravemente herido el lunes pasado al explotarle un coche de juguete cargado con pólvora se encuentra 'fuera de peligro' en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Donostia, en San Sebastián. No obstante, los médicos que le atienden aseguraron ayer que sufrirá una ceguera irreversible.
El paciente ha superado la gravedad, está consciente y con respiración espontánea y alimentación normal por vía oral. Los facultativos Eduardo Pérez Yarza y Gustavo Górriz informaron que J. G. C. se someterá a varias intervenciones plásticas para reducir las consecuencias de la explosión en la cara y las manos.
El equipo médico aseguró que la ceguera del niño será total al perder ambos ojos. No podrá siquiera distinguir la luz, lo que podría afectar al sistema hormonal del crecimiento. El doctor Górriz añadió que las hormonas del crecimiento trabajan durante la noche, aunque ahora el cuerpo del niño no podrá saber si es de día o de noche. Los especialistas también vigilan las secuelas cerebrales que podrían quedarle al niño.
Por otro lado, el ertzaina herido en el ataque con cócteles mólotov perpetrado el 5 de agosto en Portugalete (Vizcaya) evoluciona favorablemente y respira por sí mismo, aunque los médicos le han aconsejado que no hable mucho porque ha estado mucho tiempo entubado. Los injertos que ha necesitado por las quemaduras sufridas en el brazo derecho evolucionan bien.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 28 de agosto de 2001