El Banco Central Europeo (BCE) tiene un nuevo argumento en contra de rebajar mañana los tipos de interés desde el 4,25% actual. Si hasta ahora era el control de la inflación la causa del inmovilismo del BCE, hoy es la aceleración de la masa monetaria (M3) el pasado mes de julio (tres décimas respecto de junio, hasta el 6,4%). Pero los analistas creen que son más y de más peso los factores que permitirán relajar la política monetaria por primera vez desde el pasado abril. La inflación en los países del euro se ha moderado y las amenazas sobre el crecimiento económico ya han llevado al estancamiento en Alemania.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de agosto de 2001