El famoso superávit fiscal de EE UU ha dejado de existir. La Oficina Presupuestaria del Congreso certificó ayer que el ejercicio 2000-2001, que concluye en septiembre, se cerrará con un déficit de 9.000 millones de dólares (1,6 billones de pesetas) si no se utilizan los recursos de la Seguridad Social y del Servicio de Correos.
La Casa Blanca, que pronosticó la semana pasada un superávit de 1.000 millones de dólares, ya ha reconocido que romperá el pacto entre republicanos y demócratas sobre la necesidad de salvaguardar el superávit de la Seguridad Social, y que meterá la mano en la caja de los pensionistas para financiar sus proyectos militares. Por otro lado, la confianza de los consumidores cayó de forma inesperada en agosto a su nivel más bajo desde abril por la inestabilidad del mercado laboral.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de agosto de 2001