Cuando los diputados del PP Vicente Martínez Pujalte, Rafael Cámara, Pedro Subirón o Jordi de Juan, expertos económicos y fiscales, letrados de cuentas, abogados del Estado, recibieron la orden del Gobierno de trabajar "rápido y sin restricciones" para esclarecer el caso Gescartera en la comisión de investigación, entendieron claramente el mensaje y se sintieron más aliviados.
La orden la transmitió el vicepresidente económico, Rodrigo Rato. Y la planteó con el mismo énfasis que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el más afectado política y personalmente por el caso, que les requirió su cooperación en algunas conversaciones particulares. Ésa fue la instrucción que fijó, por tanto, Martínez Pujalte, un hombre de Eduardo Zaplana, que será el portavoz del PP en la comisión, a los demás diputados cuando les reunió el pasado viernes.
"Cuando desde el Gobierno te dicen a por todas, caiga quien caiga y sin restricciones a ningún nivel, tú entiendes perfectamente, por un lado, que no van a surgir más altos cargos implicados y asumes, con cierta tranquilidad, que podrás trabajar con libertad porque esta comisión no va a ser una tapadera, como otras que se han montado para salvar a determinados ministros", concluye uno de los diputados populares con más experiencia en estas labores.
Martínez Pujalte convocará esta semana de nuevo al equipo de diputados que ha escogido para cumplir esta misión. Porque el diputado valenciano del PP no se toma esta comisión como un trámite. Es consciente, y así lo confirmó el lunes en público, que los ciudadanos y los mercados esperan un "mensaje ejemplarizante".
El viernes, en la primera reunión interna con los otros diputados del PP en la comisión, les quiso avisar también por si se planteaban una presencia contemplativa o amedrentada. Pujalte se refería así, fundamentalmente, a lo complicado que puede resultar interrogar en profundidad al presidente de la relevante auditora privada que supervisó y dio el visto bueno durante años a las cuentas de Gescartera. O, en su caso, a los responsables del arzobispado de Valladolid que gestionaron millonarias operaciones.
Los diputados del PP acudirán a la comisión con otra fijación, casi obsesión, que también les ha hecho llegar Montoro. El ministro ha movilizado este mes de agosto a un amplio equipo de su ministerio y de la Agencia Tributaria para inspeccionar al detalle la lista de clientes especiales con la que trabajaba Gescartera y en la que se presume una importante cantidad de lavado de dinero negro. Los populares quieren encontrar al menos cuatro o cinco casos de esos inversores que llevaban a Gescartera el dinero en maletines para proporcionar un escarmiento. Y todo ello para evidenciar dos cosas: "Que con el PP el que la hace la paga y, además, con rapidez, y para que los pequeños y medianos inversores no piensen que van a ser los únicos perjudicados de los chorizos de Gescartera".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de agosto de 2001