Los buzos concluyeron ayer con éxito la primera etapa de la operación de rescate del submarino nuclear ruso Kursk, al perforar en su casco los 26 agujeros por los que será enganchado para izarlo a la superficie. El reflote del Kursk, hundido hace un año en el mar de Bárents con 118 marinos, está anunciado para mediados de septiembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de agosto de 2001