Marcando nuevamente distancias con otras discográficas vascas que centran sus miras en la música en euskera o facturada en Euskadi, Gaztelupeko Hotsak ha puesto en circulación Disc 1, estreno del dúo catalán Pomada, capitaneado por el trikitilari Carles Belda y la percusionista Helena Casas. Sus 17 composiciones son definidas por la empresa editora como 'rumbamuffin', con la pretensión de englobar en una sola palabra un contenido ecléctico en el que no faltan pasodobles, jotas, scratches ni, por supuesto, rumba y raggamuffin.
El sello guipuzcoano también ha publicado El disquet de Pomada, un compacto que reúne tres temas extraídos de Disc 1 (Ma mercé, La rumba y En Pere Gallerí) y otros dos grabados en vivo junto a miembros de Brams. Este grupo y otros artistas, como Cheb Balowsky y Dusminguet, se han beneficiado de las colaboraciones de una pareja que en el pasado estuvo vinculada a formaciones de música folk, a capella, rumba (Son d'Aquí) y tex mex (Txaranga Revoltosa).
Otros que exprimen el sonido del acordeón (tradicional y midi) en sus grabaciones son Luhartz, un trío vizcaíno que ha editado con Elkarlanean un segundo elepé titulado Ene baitan.
El álbum sólo incluye un tema propio entre distintas adaptaciones, incluidas revisiones de temas tradicionales y de artistas consagrados como Flaco Jiménez, Los Gavilanes y Alanis Morissette. Así, recuerda a otros grupos vascos que practican el llamado triki pop, muestra gusto por el rock y el vals, y se aproxima al tex mex y al rock and roll. El objetivo de Luhartz continúa siendo 'tocar en las diversas romerías del país y hacer bailar a cuantos se acerquen'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 29 de agosto de 2001