La noticia del fallecimiento de Ángel Gonzálvez Solís sentó como un jarro de agua fría en Almendralejo (Badajoz), donde, a sus 25 años, gozaba de una posición familiar cómoda y se sentía muy a gusto.
Licenciado hace un año en la Facultad de Farmacia de Sevilla, sufrió un duro golpe hace dos años con la muerte de su padre, Ángel Gonzálvez Gonzálvez, farmacéutico, ex concejal socialista y persona muy querida en Almendralejo. Poco después, Ángel sufrió la misma enfermedad pero, con el apoyo decidido de su madre y sus tres hermanos, superó lo que parecía insalvable. A partir de ahí, su vida se convirtió en un ejemplo de sencillez y solidaridad. Regentó el negocio familiar, puso en marcha Trébedes, una asociación cultural; fue el alma del equipo de balonmano y se asoció a Solidaridad Internacional. Hace dos años estuvo en Tetuán (Marruecos) y este se decidió a ir Perú, a pesar de una reciente operación.
'Era así y se sentía feliz pudiendo ayudar a la gente', recordaba ayer su hermana Fátima. Con Alicia Preciado, novia de su mejor amigo, se enroló en la aventura de Perú, interrumpiendo sus vacaciones en Cádiz. 'Qué necesidad tienes, hijo, que manía de ayudar a los demás', le espetó su madre cuando se enteró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de agosto de 2001