La policía francesa detuvo en la madrugada de ayer a 44 inmigrantes en el interior del túnel de la Mancha. Habían burlado las medidas de seguridad en los accesos exteriores, pero levantaron las sospechas de un vigilante al llegar a la boca del túnel. Caminaron 10 kilómetros -una quinta parte del recorrido entre Calais y Folkes-tone- hasta ser interceptados por los fuerzas del orden. 'Les permitimos entrar en el túnel porque era mejor detenerlos allí', explicó un portavoz de Eurotunnel.
La compañía incrementó ayer la vigilancia de sus instalaciones y criticó la falta de apoyo gubernamental. Alega que ha prevenido la entrada al Reino Unido de 18.500 ilegales en los seis primeros meses del año, pero que muchos otros siguen intentándolo.
Eurotunnel ha interpuesto dos pleitos contra Londres y París. Ante la justicia británica, pide la exclusión de la multa de 550.000 pesetas que, hasta la fecha, se impone a los transportistas por cada inmigrante descubierto en sus camiones. También exige el cierre del centro de acogida Sandgatte, a las afueras de Calais, gestionado por Cruz Roja Internacional. Eurotunnel considera que se ha convertido en una base para planificar las escapadas al Reino Unido y, según su portavoz, 'de ahí sale cada noche un río de gente' hacia la terminal del tren o al puerto de Calais.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de agosto de 2001