Él, como siempre, da explicaciones tarde; Él se muestra indignado por Gescartera; Él va a poner remedio a la arbitrariedad y al favoritismo (luego existían ambos), pero nunca tiene responsabilidades, y encima le criticamos... La culpa siempre es de algún socialista. Qué injustos somos con Él. ¡Ah, y perdón! Que Él, pronombre, siempre es y será en minúscula.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de agosto de 2001