Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
REPORTAJE

'Víctimas que no descansan'

Los funerales por los fallecidos se convirtieron en una reivindicación colectiva de justicia

Familiares y amigos de las tres personas que murieron el miércoles en la sala de diálisis de la Clínica Virgen del Consuelo de Valencia se congregaron ayer en el tanatorio del centro sanitario desde primera hora de la madrugada. Dolor, incertidumbre, impotencia y rabia dominaron el último adiós a dos mujeres y un hombre sobre cuya muerte planea la sospecha de una negligencia. Los familiares se niegan a admitir que el delicado estado de salud que presentan los afectados de insuficiencia renal sirva de coartada para silenciar la fatal coincidencia que suma seis muertes en nueve días.

'Mi madre tenía 77 años. Estuvo ingresada en el Hospital Provincial y desde hacía tres meses venía en días alternos a diálisis aquí, al Consuelo. Un taxi o una ambulacia la traía sobre las 8.30. Llegó incluso a hacer amigas, una de ellas la otra fallecida en las mismas circunstancias pocos minutos después que mi madre. A las 13.30 la recogíamos. Pero el miércoles no fue así. En los últimos minutos de la sesión se sintió mal y se desplomó al intentar incorporarse. ¿Qué pasó? Nadie ha dicho nada. Si no llega a ser porque coincidieron dos muertes consecutivas, mi madre también hubiera pasado al olvido sin más'. Paco aguantó ayer las preguntas sobre los detalles del fallecimiento de su madre y tuvo fuerzas para animar a familiares de otros pacientes a averiguar lo ocurrido. Tras el funeral, inició los contactos con un abogado y presentará denuncia en breve.

Vicenta, cuya madre murió el pasado día 21, llegó al tanatorio sin saber qué hacer primero: 'Tengo que dar el pésame a todas estas personas y además pedirles que entre todos hagamos una sola voz para pedir justicia'. El dolor colectivo aumentó tras la comparecencia del subsecretario de la Agencia Valenciana de Salud. 'No cabe que la respuesta sea que no saben nada. Son víctimas Este adiós no es definitivo', exclamaron.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de agosto de 2001