En respuesta a la carta aparecida hace unos días sobre la actuación de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) en la crisis de los inmigrantes, acusándonos de oportunistas y cínicos, cabe hacer unas cuantas consideraciones. IC-V acogió a una treintena de inmigrantes en sus locales por una pura cuestión humanitaria y porque así se decidió por consenso en la plataforma que defiende los derechos de estas personas. En ningún momento usamos este hecho como arma política o mediática, ya que no lo comunicamos hasta cuatro días más tarde y como medida de presión hacia las administraciones para que éstas llegasen a un acuerdo. Por otra parte, la responsable del grupo municipal de IC-V en Barcelona, Imma Mayol, alcaldesa accidental cuando se realizó el desalojo de la plaza de Catalunya, ya reconoció el error de asumir la ejecución de una ordenanza municipal no tomada por ella.
Así pues, desde IC-V, lo único que hicimos fue ser coherentes con lo que defendemos desde siempre: oposición a la actual Ley de Extranjería; demanda de una lectura más flexible de la ley; recursos económicos municipales para dar una respuesta social a los flujos migratorios; y un debate profundo sobre cómo encarar la inmigración.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de septiembre de 2001