Un pit bull anda suelto por las calles. A tenor de los trágicos sucesos que han protagonizado algunos perros de esa raza, la voz de alarma estaba justificada. La Policía Local advirtió ayer la presencia del animal en la calle de Velázquez y de inmediato controló la situación. No les costó mucho, a pesar del temor que infunden. El perro estaba lastimado, postrado en el portal de la vivienda de sus amos, con los ojos llorosos y un fuerte hematoma en el hocico. Los vecinos explicaron que el pit bull no había dejado de ladrar y emitir gemidos lastimeros desde hacía dos días, encerrado en el balcón de un primer piso. También señalaron, y la misma interpretación dio la policía, que el perro había saltado del balcón a la calle, salvando una distancia de seis metros y golpeándose contra el pavimento. Debido a la imposibilidad de localizar a los dueños, ausentes del domicilio, la policía intentó reanimar al animal antes de retirarlo a la perrera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de septiembre de 2001