Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

La Audiencia admite una querella contra la firma que auditó Banesto meses antes de su intervención

La Audiencia Nacional ha admitido a trámite una querella de pequeños accionistas de Banesto, presentada por la Asociación de Defensa del Accionista (ADA), en contra de la firma auditora PricewaterhouseCoopers (entonces Price Waterhouse), por la verificación que realizó de las cuentas del banco durante la presidencia de Mario Conde.

De los tres magistrados que tienen que decidir sobre esta querella, uno ha votado en contra de admitirla a trámite, por entender que es necesario esperar a que se resuelva el recurso interpuesto contra la sentencia del caso Banesto.

Según los querellantes, la verificación de las cuentas de Banesto verificación permitió realizar una macroampliación de capital a Banesto seis meses antes de que el Banco de España interviniese la entidad el 28 de diciembre de 1998. La apertura de las diligencias hará que declaren de nuevo, al menos como testigos, algunos de los antiguos directivos del equipo de Mario Conde e, incluso, el propio ex presidente de Banesto, según fuentes jurídicas.

La querella se ha interpuesto contra Price Waterhouse, el socio director de la firma, Antonio Tejerina, encargado personal de la auditoría, y el ex director general económico-financiero de Banesto, Carlos Cuervo-Arango, firmante de la verificación de las cuentas de agosto de 1993, que permitieron dar luz verde a una ampliación de capital por unos 90.000 millones de pesetas (540,91 millones de euros). Meses después, el 28 de diciembre del mismo año, el Banco de España intervino Banesto al detectar la existencia de un quebranto patrimonial de 605.000 millones de pesetas aflorado en la entidad.

El abogado de ADA, Mauricio Maella, indicó que en el texto jurídico los querellantes alegan que fueron 'engañados' con las cuentas presentadas, que permitieron realizar la ampliación de capital, cuyos títulos (valorados en 1.900 pesetas) perdieron prácticamente todo su valor tras la intervención del banco.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de septiembre de 2001