El Gobierno ha salido en defensa de la fórmula de reordenación de precios impuesta a Telefónica el abril pasado, que ha sido objeto de duras críticas por parte de la Comisión Europea. La ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, afirmó ayer que no es necesario subir la cuota de abono, como exige Bruselas, para garantizar el llamado ajuste tarifario, una condición que permite que los antiguos monopolios telefónicos se adapten a la liberalización del mercado y la entrada de nuevos competidores. El Ejecutivo dispone de un plazo de dos meses para responder a la Comisión, que ha amenazado con llevar el caso ante la más alta instancia judicial europea.
Las advertencias de Bruselas no han hecho cambiar de opinión al Gobierno, al menos de momento. 'Vamos a estudiar el dictamen, pero entendemos que el reequilibrio tarifario está hecho', afirmó la ministra, que inauguró el XV Encuentro de las Telecomunicaciones de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, organizado por la patronal del sector Aniel.
El Gobierno fijó en abril una subida gradual de la cuota de abono (de las 1.742 pesetas actuales a 2.100 pesetas en 2003) a cambio de una reducción de tarifas del 15%. Pero Bruselas exigió el mes pasado que esos aumentos se apliquen cuanto antes.'No entendemos que haya que subir la cuota', insistió ayer Birulés.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de septiembre de 2001