El Parlamento macedonio reanudó ayer el debate suspendido el sábado sobre las reformas constitucionales que conceden derechos autonómicos a los albaneses, tal y como la guerrilla exige para seguir entregando sus armas a la OTAN. Los representantes de EE UU, la UE y la OTAN instaron a los políticos eslavos a no plantear condiciones adicionales.
La OTAN está satisfecha con el ritmo de entrega del armamento, pero los macedonios eslavos exigieron también el desbloqueo de las carreteras, la liberación de los rehenes eslavos y la retirada de los rebeldes de las posiciones que tomaron después del 5 de julio. Andov considera que la guerrilla ha cumplido con la primera condición al permitir el paso de una caravana de autobuses de fugitivos eslavos en los alrededores de Tetovo, zona controlada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Según el portavoz de la OTAN en Skopje, Mark Laithy, se han recogido ya 1.210 piezas cuya destrucción no ha comenzado. También dijo que hasta el momento han llegado a Macedonia 4.414 soldados como parte de la misión Cosecha Esencial, y reiteró que la operación no durará más de 30 días.
En el Parlamento se sucedían ayer los oradores, pero de los 116 diputados sólo asistían 62, mientras que para aprobar las enmiendas constitucionales haría falta un mínimo de 81, garantizado en principio ya que 96 están a favor.
Por su parte, el primer ministro macedonio, Ljubco Georgievski, defenció ayer las reformas, pero criticó duramente a la OTAN por la "presión" que ejerce sobre Macedonia y dijo que la Alianza ha enviado el mensaje al mundo de que "el terrorismo es rentable", en referencia a los logros políticos obtenidos por el ELN y su lucha guerrillera.
El 13 de agosto, los macedonios eslavos acordaron conceder mayores derechos de utilización del idioma albanés, una participación proporcional de los albaneses en la policía y la abolición del párrafo de la Constitución que definía a Macedonia como Estado de los macedonios eslavos. Tras la suspensión del debate parlamentario el sábado, el ELN amenazó con no entregar más armas hasta que el Parlamento no tome las medidas previstas en el acuerdo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de septiembre de 2001