El punto G, un haz nervioso en la vagina descrito por Ernest Grafenberg en 1950 en el International Journal of Sexology al que se le atribuye un aumento de la excitación sexual, no existe. Ésta es la conclusión de un trabajo publicado en el American Journal of Obstetrics and Gynecology por Terrence Hines, quien tras revisar la evidencia de la existencia del punto G concluye que 'es como un extraterrestre ginecológico: se le ha buscado mucho, se ha discutido mucho, pero no se ha verificado por métodos objetivos'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de septiembre de 2001