Los pasajeros del avión de Tunnis-Air averiado en Manises cuando estaba a punto de despegar partieron finalmente en dirección a Túnez a las 3.19 de la madrugada de ayer, con más de doce horas de retraso. Tras detectarse que de uno de los motores del Boeing 737 salía humo y perdía líquido tuvo que abortarse el despegue. Los pasajeros, asustados, obligaron a la tripulación a bajarles del aparato.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de septiembre de 2001