Los niños no vuelven este año al colegio hasta el ¡17 de septiembre! Yo, la verdad, estoy encantado de que estén de vacaciones, pobrecillos, pero les aseguro que como padre ya no sé qué hacer con ellos, y no se tome esta afirmación como una barbaridad, sino como una expresión de las poquísimas posibilidades de actividades con niños que ofrece Barcelona. He recorrido todos los museos, y es cierto que los hay excelentes, pero si pensamos en la perspectiva infantil pocos son atractivos. De hecho, casi no los hay que den una perspectiva algo lúdica o cómplice con la mirada de un niño. A través de los ojos de mis hijos he visto mucha seriedad, mucho prohibido tocar, mucho... aburrimiento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de septiembre de 2001