El lenguaje reivindicativo en materia de financiación que ha caracterizado las posiciones de CiU durantre años fue totalmente arrinconado ayer en el Parlament, en las votaciones que pusieron fin al debate sobre la financiación autonómica.
El consejero de Economía afirmó que con el nuevo modelo de financiación 'se abre una nueva etapa'. Esta afirmación se correspondía con el contenido de las resoluciones aprobadas por la mayoría de CiU-PP como conclusión del debate, y la consiguiente derrota de las propuestas por la izquierda.
La más expresiva de las dos resoluciones aprobadas con los 68 votos de CiU y el PP, con Jordi Pujol al frente, expresa la 'satisfacción' de la Cámara por el 'nuevo modelo' de financiación, al que califica como 'estable'. Luego afirma que prevé para Cataluña 'un nivel suficiente de ingresos y de dotación financiera adecuada a las competencias asumidas'. Y finalmente sostiene que permite 'mejorar el autogobierno con plena capacidad política' y 'garantiza y desarrolla el principio de solidaridad'.
Los tres grupos de la izquierda, el de Socialistes-Ciutadans pel Canvi, Esquerra Republicana e Iniciativa-Verds, presentaron una resolución conjunta, además de otras con sus puntos de vista particulares, en la que señalan la 'insuficiencia' de los nuevos recursos aportados y sostienen que con ellos no se podrá reducir el déficit de la balanza fiscal ni será posible acercar las disponibilidades de la Generalitat en pesetas por habitante y servicio a las que obtienen las haciendas forales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de septiembre de 2001