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Bélgica afronta la primera protesta antiglobalización después de Génova

Las fuerzas del orden belga se enfrentaron ayer en Brujas a la primera manifestación antiglobalización que se celebra tras los violentos incidentes en Génova. Fue una primera prueba ante las numerosas manifestaciones convocadas hasta final de año coincidiendo con las cumbres que se celebrarán con motivo de la presidencia belga de la UE. Asistieron cerca de 1.300 personas y no hubo incidentes.

También fue un test para los organizadores de la manifestación, previa a la reunión de los ministros de Comercio que hoy acoge esta localidad turística flamenca para discutir la estrategia de la UE en la próxima ronda de la OMC en Doha.

La intención de las más de 30 organizaciones sociales y sindicales convocantes de la manifestación antiglobalización de Brujas, todas ellas de ámbito local, era la de movilizar en torno a un millar de personas y cerrar la demostración con una fiesta. Las autoridades policiales pusieron en alerta a cerca de 450 agentes, que contaban con el apoyo logístico de un helicóptero y varios vehículos antidisturbios para hacer frente a cualquier tipo de incidente que pudiera producirse durante el recorrido de la comitiva. Los organizadores también dispusieron de sus propios agentes del orden.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de septiembre de 2001