El Parlamento de Macedonia aprobó ayer en Skopje, por 91 votos contra 19, una reforma constitucional que abre paso a las mejoras para la minoría albanesa. La votación de ayer, con la mayoría necesaria de más de dos tercios de 120 diputados, da luz verde a las tropas de la OTAN para continuar la recolección de las armas que la guerrilla albanesa del Ejército de Liberación Nacional (ELN) esté dispuesta a entregar. Al mismo tiempo se debate bajo cuerda sobre diversas opciones para dejar tropas en Macedonia más allá de la fecha prevista para su retirada, el próximo 26.
MÁS INFORMACIÓN
- La policía macedonia asesinó a 10 civiles ante el ministro de Interior
- La guerrilla albanesa de Macedonia acepta entregar sus armas a cambio de una amnistía
- El Parlamento macedonio reanuda el debate para ampliar los derechos a los albaneses
- La guerrilla albanesa reanuda la entrega de sus armas a la OTAN
- La UE propone prorrogar la misión de la OTAN en Macedonia bajo la ONU
- Gráfico animado:: Despliegue de tropas de la OTAN en Macedonia
Con cierto retraso y tras horas de incertidumbre, el Parlamento de Macedonia hizo de tripas corazón y optó a regañadientes por dar vía libre a las reformas constitucionales para llevar adelante el acuerdo de paz firmado en Skopje el 13 de agosto. El resultado de la votación se conoció apenas unas horas antes de la llegada a Skopje de los dos máximos representantes de la política exterior de la Unión Europea (UE), el español Javier Solana y el comisario Chris Patten. La UE trata de facilitar la realización del acuerdo de paz a base de mostrar al Gobierno de Skopje la zanahoria: millones de euros que les pueden llover si se portan bien.
La UE prevé entregar a Macedonia 30 millones de euros (más de 5.000 millones de pesetas) para reparar daños de guerra. Se prevé una segunda ayuda de 45 millones de euros para equilibrar el presupuesto. Patten declaró a su llegada a Skopje: "Vamos a discutir con el Gobierno la ayuda que Europa desea aportar". Y añadió que también se proyecta la celebración de una conferencia de donantes para Macedonia.
La perspectiva de estas ayudas contribuyó a disipar las últimas dudas de los diputados nacionalistas eslavos macedonios a la hora de votar las reformas a favor de la minoría albanesa: ampliar el uso del albanés e incrementar el número de policías de esa nación. El primer ministro, el ultranacionalista Ljubo Georgievski, ya se había rendido tras reconocer que no podían colocar al país contra la OTAN y la comunidad internacional.
Entre los diputados reunidos en Skopje parece que se abrió paso la idea de que, si no se aprobaban las reformas, Macedonia estaba abocada a una catástrofe. En vez de no dejar otra alternativa que la guerra civil, parece haberse impuesto la razón. El camino hacia la aplicación del acuerdo de paz ha quedado abierto. Esto no significa que todo se haya resuelto. Se ha dado un paso adelante y se ha cumplido un nuevo prerrequisito, pero el camino continúa lleno de trampas. El experto Edward Joseph, del Grupo Internacional de Crisis, declaró a la agencia Reuters: "El potencial para estratagemas de los partidarios de la línea dura o de un incidente violento sobre el terreno todavía existe".
En el ambiente flota la cuestión de qué va a ocurrir, si todo va bien y se cumplen los pasos previstos, cuando el día 26 llegue la hora de la retirada de las tropas de la OTAN que participan en la operación Cosecha Esencial. Éste es el momento más temido por los Ejecutivos de la OTAN que han llevado adelante las negociaciones en Macedonia.
De forma más o menos velada, se esbozan varios escenarios para mantener una presencia internacional de observadores y tal vez de tropas, quizás bajo bandera de la UE, para impedir que todo acabe en un baño de sangre. El emisario de la UE, François Leottard, ha sugerido que la UE debería asumir esa misión después del día 26. El Gobierno de Macedonia parece inclinarse por la presencia de una misión de la ONU. En Berlín, Gobierno y oposición están divididos ante la perspectiva de prolongar la misión de la OTAN.
Un complicado calendario
La votación de ayer en el Parlamento de Skopje abre paso a la segunda fase de la recogida de armas de la Cosecha Esencial de la OTAN. La clave del acuerdo de paz reside en lograr una cierta simultaneidad entre la entrega de armas por parte de los alzados del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la aprobación de los derechos para la minoría albanesa de Macedonia. Tras la recogida de un tercio de las 3.300 armas, fijadas como objetivo por la OTAN, le tocaba al Parlamento dar vía libre a las reformas. Ahora le toca el turno al ELN, y debe entregar un segundo tercio de su armamento. Los diputados volverán a reunirse dentro de 10 días para aprobar la concreción legal de las reformas a favor de la minoría albanesa, que se discuten dentro de las comisiones parlamentarias. Una vez aprobadas esas reformas concretas, la OTAN podrá realizar la tercera fase de la recogida y concluir su misión en la fecha prevista del próximo día 26 y, tal vez, retirarse.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de septiembre de 2001