Reino Unido y Zimbabue llegaron ayer a un acuerdo sobre la controvertida cuestión de la redistribución de tierras en el país africano, que ha llevado a la ocupación violenta de tierras de granjeros blancos, según anunciaron en Abuja los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países durante una reunión de la Commonwealth.
Aunque aún resta formalizar el pacto, Zimbabue se compromete a poner fin a las ocupaciones ilegales de tierras (a manos de los llamados veteranos, respaldados por el Gobierno) y a aplicar medidas para reducir la violencia política en el país. Por su parte, Reino Unido, la antigua potencia colonial, y el resto de países presentes en las negociaciones aceptan impulsar la creación de un fondo, gestionado por Naciones Unidas, para compensar a los granjeros blancos que deseen abandonar sus tierras. En la negociación participaron, además, representantes de Australia, Canadá, Kenia, Nigeria, Suráfrica y Jamaica.
El texto del acuerdo, calificado de "excelente" por el ministro de Asuntos Exteriores de Zimbabue, Stan Mudenge, debe ahora lograr la aprobación del primer ministro británico, Tony Blair, y del presidente de Zimbabue, Robert Mugabe.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de septiembre de 2001