Una auditoría de la empresa Price Waterhouse ha confirmado las sospechas de la nueva directiva del Getafe Club de Fútbol, ahora en Segunda B. Este estudio interno de las cuentas de la sociedad anónima ha revelado que el pasivo de la sociedad llega a los 474 millones de pesetas. También ha puesto al descubierto 'numerosas irregularidades de gestión y contables', según comentó ayer el vicepresidente de la entidad, Santiago Vega. Ahora, la presidencia estudia denunciar a las anteriores directivas del club.
La filial española del grupo argentino Dare Consulting adquirió el 70% del club el 19 de julio, tras comprar las acciones del Ayuntamiento de Getafe y de algunos particulares de la localidad. Esta compañía se fundó hace 18 años y está especializada en sanear equipos deportivos con graves dificultades económicas.
Días después de hacerse con la presidencia del club, la junta directiva encargó la auditoría. Ésta también ha permitido descubrir, entre otras irregularidades, que algunos jugadores han cobrado hasta tres veces su sueldo, que se han pagado facturas a empresas que nunca han trabajado para el club o se han sufragado comisiones a representantes que no han aportado ningún jugador a la entidad, según Vega. Otra anomalía detectada es que el club adeuda varios desplazamientos del equipo a la agencia de viajes con la que trabaja, y material deportivo del primer equipo. Por último, hay sociedades dentro del club cuya actividad se desconoce, según el vicepresidente.
La junta directiva del Getafe estudia estos días la auditoría. Ya se ha puesto en contacto con varios acreedores para 'verificar todos los extremos' del documento. Mientras, la asesoría jurídica analiza si llevará estas anomalías a los tribunales. 'Estamos analizando cuál de las dos juntas directivas anteriores ha generado todas las irregularidades. Hay mucha gente comprometida y tenemos que valorar muchas cosas', concluyó el vicepresidente.
Dare Consulting se ha fijado como primer objetivo sanear las cuentas del club y subir a Segunda A. Estas deudas pueden comprometer el inicio de las obras de la ciudad deportiva del Getafe, que debería estar lista en el plazo máximo de dos años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de septiembre de 2001