El fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, afirmó ayer que Marruecos "no quiere" recuperar a los menores marroquíes que han entrado ilegalmente en España y que en Barcelona se han convertido en un problema para las autoridades, pues son más de 300 los jóvenes magrebíes que vagan por sus calles. Mena contestó así a unas manifestaciones a la prensa del embajador de Marruecos en España, Abdeslam Baraka, quien el pasado martes reclamó al Gobierno español las modificaciones legales pertinentes para la repatriación de estos menores, tras asegurar: "Queremos recuperar a nuestros hijos".
El fiscal jefe de Cataluña abordó el problema en una rueda de prensa. "Tenemos [las instituciones españolas] la obligación moral de hacernos cargo" de estos menores, conocidos en Barcelona como los niños de la calle, porque "digan lo que digan [las autoridades de Marruecos] no podemos mandarles a todos los menores". "Nosotros encantados. Mañana por la mañana se fleta un barco y se les lleva", comentó el fiscal, quien, no obstante, destacó que el problema es que "no quieren" acogerlos, en alusión a las autoridades marroquíes.
Mena recordó que la anterior consejera de Justicia de la Generalitat, Nuria de Gispert, viajó a Marruecos en abril del pasado año para explicar a las autoridades de aquel país la problemática de los menores marroquíes en Cataluña. Hubo un pacto para repatriar a siete u ocho menores pero, según lamentó el fiscal, "no se ha conseguido enviar ni a uno".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de septiembre de 2001