Las obras de la incineradora de Bilbao han empezado y nos enteramos por la prensa de que el BSCH y seis entidades la financiarán con 21.000 millones, dato que ha sido hasta ahora ocultado. Hemos de recordar que hay dos recursos legales (uno contra el plan especial y otro contra la licencia de obras) presentados y en proceso de resolución. No estamos de acuerdo con la política de hechos consumados. Ha sido poco ético por parte del Ayuntamiento dar luz verde, con la licencia de actividades, a este proyecto sin esperar la resolución de estas denuncias.
Nos sorprende que sean siete entidades bancarias las que financien el proyecto. Hemos de suponer que ninguna entidad ha querido financiarlo en su totalidad y nos hace pensar que no sólo nosotros mantenemos dudas sobre el proyecto. No deja de resultar curioso que ninguna de ellas sea del País Vasco. ¿Qué nos quieren decir, que no ven claro un proyecto avalado por la Administración? Ni la BBK, que es accionista, participa en la financiación. ¿No resulta sorprendente?
Llevamos más de ocho años en contra del proyecto de la incineradora de basuras de Bilbao. En este tiempo nuestro tanto por ciento de reciclaje ha aumentado y las leyes europeas cada día son más restrictivas contra la contaminación, especialmente las dioxinas. Sólo una visión miope o los intereses económicos podrían llevar a pensar que la solución de futuro es quemar la basura. Por ello estamos convencidos que en muy pocos años más se evidenciará de forma nítida que la incineradora de Bilbao no tiene razón de ser. El comienzo de las obras no supone que la oposición a la incineradora decaiga, seguiremos estando enfrente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de septiembre de 2001