La Bolsa de Nueva York consiguió ayer frenar un nuevo derrumbe en las bolsas europeas, que, hasta que abrió Wall Street, vivían una jornada dramática con registros de sus caídas superiores al 2%. El mal comportamiento de los valores de telefonía y la caída del 3% en la Bolsa de Tokio -marcó mínimo en los últimos 17 años- apuntaban a otra nueva sesión de fuertes descensos. No obstante, todos los mercados europeos acabaron con retrocesos y nuevos mínimos anuales. Madrid cedió el 0,81%, mientras el Ibex 35 perdió 0,63%. El Dow Jones acabó con una caída del 0,01%.
Las bolsas europeas volvieron ayer a colocarse al borde del pánico. Surante la jornada abundaron en sus niveles mínimos anuales -la Bolsa española marcó su quinto mínimo consecutivo- pero consiguieron al cierre limar los fuertes descensos que acumulaban a mitad de sesión. Además de la caída de los índices españoles, Francfort cayó 1,28%; París, el 0,67%; Londres, el 0,72% y Milán, el 1,16%. El Dow Jones terminó perdiendo un insignificante 0,01% mientras el Nasdaq subió el 0,48%.
Los mercados amanecieron con la noticia de una caída del 3,05% del índice Nikkei de Tokio, influido por la mala situación económica japonesa y el fuerte retroceso de las bolsas mundiales del viernes. El nivel se situó como en 1984. En ese tovo, las empresas de telefonía y los valores tecnológicos volvieron a registrar numerosas órdenes de venta después de una apertura donde aparecieron tímidamente los cazadores de gangas.
La Bolsa alemana fue ayer la que más cayó al ceder el índice Dax el 1,28%. Paralela fue la evolución de Telefónica que después de un recorte acabó con una ganancia del 2,21%.
Al otro lado del Atlántico destacó la Bolsa de Buenos Aires que abrió la semana con una bajada del 4,29%, en una jornada en la que el riesgo de inversión en Argentina se mantuvo en los 1.490 puntos básicos, una tasa que se considera muy alta. No obstante, la fuerte caída de la Bolsa se dio en un contexto de poco volumen negociado.
Ayer llegaron malos augurios para algunos sectores cotizados. El banco norteamericano Morgan Stanley Dean Witter mantiene su recomendación de comportamiento peor que el mercado para el sector de la banca europea. Las razones se encuentran en que aprecia unos mayores niveles de riesgo en el segundo trimestre del año.
En este estudio, la banca alemana es la que ha salido peor parada, mientras que BSCH y BBVA son los que mejor han aguantado en este peor contexto económico, junto con las entidades financieras italianas.
En esta jornada de menos a más en las bolsas europeas, el euro consiguió aguantar pese a que las ventas muchas veces traen consigo un debilitamiento de la moneda si se proceden de países externos al euro. Al cierre de la sesión se colocaba en 0,90 dólares.
Optimismo estadounidense
El Consejo Económico de la Casa Blanca salió ayer al paso sobre la creciente preocupación en el deterioro de la marcha de la economía que con tanta fidelidad reproducen las bolsas. El Gobierno norteamericano está cada vez más pendiente de los malos indicadores pero aseguraron que no habrá medidas de choque porque "parece que la economía va a recuperarse a finales de año" declaró ayer Glenn Hubbard, presidente de este Consejo Económico.
La reducción de impuestos es el principal argumento que se esgrime para confiar en una marcha de la economía norteamericana y ayer Hubbard confirmaba que "los consumidores estadounidenses están optimistas".
Al margen de lo que se piense en la Casa Blanca, algunos mimebros de la Reserva federal estadounidense (el banco central) se han mostrado partidarios de realizar esta semana un nuevo recorte de tipos de interés, lo que es considerado como catastrófico por los que oponen a la medida, ya que, a su juicio, crearía una situación de pánico.
El FMI presiona al BCE
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha instado al Banco Central Europeo (BCE), que esta semana reúne a consejo de gobernadores, a que baje de nuevo los tipos de interés, situados en la actualidad en el 4,25%, para fomentar el crecimiento. En opinión del director del FMI, Horst Köhler, el instituto emisor europeo dispone de 'margen de maniobra' suficiente para más medidas de relajamiento monetario, lo que contribuiría a impulsar el crecimiento comunitario y mundial. Köhler hizo estas declaraciones tras anunciar que la organización ha rebajado en cinco décimas su previsión de crecimiento de la economía mundial hasta el 2,7% en 2001, y hasta el 3,6% en 2002, lo que supone tres décimas menos. Estas previsiones, que establecen en el 2% el crecimiento de la zona euro en 2001, se harán oficiales en el próximo informe de finales de mes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de septiembre de 2001