Horas después de los brutales atentados terroristas que sacudieron ayer Estados Unidos, la capital de Afganistán, Kabul, sufrió un intenso ataque aéreo de origen desconocido. Un portavoz de la Casa Blanca desmintió que éste tuviera nada que ver con una eventual represalia ordenada por el presidente Bush. Otro portavoz, esta vez del Pentágono, aseguró que EE UU no está implicado en ataque alguno contra ese país, controlado en un 95% por la milicia islámica talibán, a la que se supone protectora de Osama bin Laden, el primer sospechoso de los atentados de Nueva York y Washington.
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La cadena de televisión CNN distribuyó ayer imágenes nocturnas de las explosiones que estremecieron Kabul. En ellas se observan varios incendios y el vuelo de los proyectiles de la defensa antiaérea. "Hay misiles cruzando por toda la ciudad, aparentemente son muy grandes", aseguró el corresponsal de la CNN."Ha habido una especie de explosión cerca del aeropuerto pero no sé qué daños ha producido", dijo el embajador talibán en Pakistán, Abdul Salam Zaeef.
Las autoridades estadounidenses consideran a Bin Laden el cerebro y financiero de una serie de atentados perpetrados contra intereses norteamericanos en los últimos años, sobre todo los de Kenia, Tanzania y Yemen. Un funcionario de EE UU que solicitó permanecer en el anonimato asegura que el ataque de ayer sobre Kabul puede ser obra de la oposición afgana, cuyo líder Ahmmad Shah Masud sufrió un atentado el domingo. Según fuentes cercanas a la guerrilla antitalibán su jefe, aunque herido, logró escapar y se halla en Tayikistán. Funcionarios estadounidenses sostienen que el atentado acabó con la vida de Masud.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de septiembre de 2001