La producción industrial no consigue mantener el ritmo del pasado año y acumula ya seis meses de retroceso. El último dato, publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), arroja una caída del 1,6% en julio respecto de un año antes. Ésta es la antesala de una desaceleración más pronunciada de la actividad económica general, que hasta ahora mantiene un buen ritmo gracias al consumo.
La caída en julio se ha frenado respecto de la registrada en junio (2,6%), aunque si los datos se depuran de los efectos de calendario el retroceso es mucho más acusado. En concreto, del 3,7% frente a un descenso del 0,8% en junio. La media del año también refleja que la situación actual es muy diferente a la de 2000. En los siete primeros meses del año actual la producción cayó un 1,2%, frente al aumento del 5,7% en el mismo periodo del año anterior.
La desaceleración es más pronunciada en la producción de bienes de equipo, con un 4,5% de caída, aunque también se ha registrado en los bienes de consumo, con un descenso del 2,3% y del 0,2% en los bienes intermedios. La evolución de los bienes de equipo responde a que la demanda de estos bienes está en retroceso por el menor empuje de la inversión.
Según el Ministerio de Economía, estos resultados están en consonancia con la fase de desaceleración de la demanda interna y de la ralentización de las exportaciones, consecuencia a su vez del debilitamiento de la economía mundial y europea en particular.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de septiembre de 2001