La llegada de Emilio Botín a la presidencia única del BSCH se empieza a notar. Uno de sus principales objetivos, la unificación de oficinas, ya cuenta con un plan concreto que incluye la reducción de 1.300 empleados, el 3% de la plantilla, y el cierre de 320 oficinas, el 10% del total. Estos recortes facilitarán la unificación del Santander y el BCH en una sola red comercial, que pronto contará con nueva identidad corporativa.
El 17 de agosto pasado, Emilio Botín, una vez que se había consumado al marcha de la presidencia del banco de José María Amusátegui, se reunió ante la comisión ejecutiva en Santander. Botín aprovechó la ocasión para enviar dos mensajes claves: es necesario acelerar la fusión de marcas para ahorrar costes y, en segundo lugar, que el banco necesitaba una nueva imagen y denominación. Sobre esta última cuestión, Botín anunció que la entidad se llamará Santander Central Hispano, renunciando a las siglas BSCH, y dispondrá de un nuevo logotipo, que ultima la agencia de publicidad Bassat Ogilvy
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de septiembre de 2001