En Internet proliferan los sitios que cuelgan listas de inquilinos de las Torres Gemelas que quieren comunicar que están vivos y listas de personas de las que no se tiene noticia y que alguien busca. Las listas no se someten a chequeo ninguno y se basan en la buena fe de la gente que cuelga los datos. Muchas compañías con oficinas en las Torres Gemelas usan la web corporativa para reconducir el contacto con los clientes y centralizar la búsqueda de sus empleados desaparecidos. Sólo Morgan Stanley tenía 3.500 personas trabajando en este maldito lugar. El drama no impide que haya oportunistas sin entrañas. La compañía de subastas en línea eBay se ha visto obligada a vigilar y descolgar ofertas de gente que intentaba subastar trozos de las ruinas del edificio.
Por otra parte, algunas empresas proveedoras de conexión a la Red han denunciado anónimamente la visita de agentes del FBI solicitando permiso para instalar Carnívoro, el programa espía de la policía norteamericana que permite rastrear y documentar la actividad de cualquier internauta que use aquel servicio de conexión. Algunas asociaciones de derechos civiles han mostrado a wired.news su preocupación porque el necesario combate contra el terrorismo no sea utilizado para endurecer la legislación sobre la red. Nadie escapa a las consecuencias del drama. Electronic Arts ha suspendido el juego en línea Majestic, que plantea un sabotaje y envía correos electrónicos y llamadas telefónicas alarmantes o con pistas a sus jugadores
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de septiembre de 2001